El
7 de diciembre de 1824, desde Lima, Perú, el Libertador Simón Bolívar, convocó a las excolonias
españolas de América (Colombia, México, Río de la
Plata, Chile y Guatemala), al Congreso de Panamá.
Pretendía formar una confederación, que se reuniera en el Istmo de
Panamá u otro punto elegible a pluralidad, una asamblea de plenipotenciarios de
cada Estado: “que nos sirviese de consejo
en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de
fiel intérprete en los tratados públicos cuando ocurran dificultades, y de
conciliador, en fin, de nuestras diferencias”.
El Congreso de Panamá (el cual se reuniría en
1826), representaba el primer paso en la integración latinoamericana.
Para Bolívar, las naciones hispanoamericanas, a
las cuales se unía Brasil, debían presentarse unidas como países hermanos.
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