El 29 de diciembre
de 1965, se informó que más de 100.000 comunistas habían muerto en el golpe
del 30 de septiembre de ese mismo año
contra Sukarmo.
Desde la Segunda Guerra Mundial, el país fue gobernado por
el presidente Sukarno.
Sukarno irritó a los países ricos con medidas
proteccionistas para la economía de Indonesia: redistribuyó la riqueza y echó
al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial.
Sukarno era
nacionalista, no comunista, pero trabajó muy unido al Partido Comunista,
que tenía tres millones de afiliados.
Los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña estaban
decididos a acabar con el gobierno de Sukarno.
Documentos desclasificados muestran que la CIA había recibido órdenes
desde los altos escalafones de la administración para liquidar al presidente
Sukarno.
Después de varios intentos fallidos de golpe de Estado,
en 1965, el general Suharto, apoyado por la CIA, empezó a erradicar a la izquierda.
Suharto envió a sus soldados a cazar a los miles de izquierdistas que aparecían en sus listas «de
ejecuciones», tal y como las llamaba la
CIA.
La CIA iba tachaba los
nombres de la lista, hasta que quedó convencida de que la izquierda indonesia
había sido efectivamente erradicada.
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